Para llegar a conocer a alguien del todo
primero debes caminar un kilómetro con sus mocasines.
Proverbio de los indios americanos
En los procesos de comunicación podemos percibir los hechos desde tres lugares, o «posiciones». John Grinder y Judith DeLozier propusieron una «triple descripción de la realidad» donde se encuentran las tres posiciones de percepción.
El resultado obtenido al variar la posición en la que nos ubicamos cambia completamente el significado de esa interacción. Para la PNL hay tres posiciones primarias, desde las cuales pueden ser evaluados los resultados de nuestras interacciones.
Primera posición
Es la que se hace desde LA PROPIA PERSPECTIVA. Uno ve, oye y siente por completo la experiencia dentro de la propia piel. Cuando se trata de recuerdo se pueden «revivir» en detalle casi con las mismas emociones, imágenes, sonidos y sensaciones. En otras palabras, uno se encuentra asociado por completo a la experiencia. Es en la que se toma en consideración nuestro propio punto de vista. Por eso se denomina Posición Uno Mismo (o Posición Self). Sólo podemos evaluar lo que nosotros pensamos, sentimos y hacemos. Estamos metidos en nuestros propios zapatos; nos quedamos fijados a nuestra propia perspectiva.
Segunda posición
Se trata de percibir desde la PERSPECTIVA DEL OTRO; se ve, se oye y se siente como él. Dichos populares como «ponerse en el lugar del otro», «meterse en la piel del otro», «ponerse en los zapatos del otro», describen muy bien esta posición. Es la posición de la empatía, pues asimila por completo la experiencia ajena como si se la estuviera viviendo en carne propia. Es la que tiene en cuenta el punto de vista del otro u otros involucrados en la interacción, suponiendo que sabemos qué piensan y sienten. Esta posición (como es producto de nuestra lectura de la mente y de las emociones del otro) puede llevarnos a distorsionar las suposiciones que hacemos. La balanza puede inclinarse a exagerar tanto la mala actuación como la buena. La llamamos Posición Otro (u Others). Creemos sentir y pensar tan mal o tan bien como el Otro supuesto. Esto nos lleva a subordinar nuestra interacción a la supuesta acción del otro.
Tercera posición
En esta posición la perspectiva es como la de un «observador disociado» de la experiencia original. Se puede evocar o construir la experiencia viendo y oyendo como si se viera una película con uno mismo, participando de ella en el ambiente y con las personas que estuvieron originalmente. Algunos dichos populares describen bien esta posición: «ver los toros desde la barrera», «observar lo sucedido como una obra de teatro». En la tercera posición no se suelen experimentar las sensaciones ni emociones, como en las dos anteriores. Al disociarse la persona se separa de la experiencia emocional y puede observar más objetivamente. En este caso nos ubicamos en el punto de vista de un observador externo. En términos de PNL «estamos disociados».
La Posición Observador (Metaposición) nos separa de la interacción, nos ubicamos como espectadores. La ventaja es que nos permite hacer evaluaciones desapasionadas. En esta posición es más sencillo darse cuenta de los recursos que necesitamos para cambiar el rumbo de la interacción en dirección a un resultado deseado.
Ventajas y desventajas de cada posición
Cuando nos encontramos en la Posición Uno Mismo o en la Posición Otro vamos a asociarnos a ello y, por lo tanto, nuestros sentimientos y sensaciones corporales estarán incrementados. Éstas son las señales más importantes a tener en cuenta.
La posibilidad de percibir una situación desde estos tres lugares nos da flexibilidad, comprensión, apertura y nos permite contactarnos con los recursos que podrían resolver mejor el conflicto.
Hay personas que sólo perciben, piensan y actúan desde sí mismas. Se encierran en su propio modelo de mundo. Otras personas se ubican tanto en la posición del otro que dejan de percibir sus propias necesidades, pensamientos y sentimientos. Las personas que ven todo desde afuera corren el riesgo de comprometerse poco en la interacción, cosa que puede ser útil si en ese ínterin buscamos recursos. Pero puede ocurrir que esta posición se adopte de forma permanente, dando como resultado una persona distante, alejada de todo compromiso. Utilizar en exclusivo la Metaposición es difícil, pero hay personas que lo hacen a costa de ser consideradas frías y poco sensibles. Lo más conveniente es usarlo por pocos minutos.
Entrenar el cambio de posición es más efectivo cuando, literalmente, cambiamos de lugar. Ya sea con el artificio de dos sillas, como el famoso ejercicio gestáltico de «la silla vacía» (en el que la persona va cambiando de lugar, dejando una silla en el lugar en el que estaba).
O bien con el lenguaje, cambiando pronombres y verbos. La persona habla según la posición que está ocupando: cuando está en su lugar habla de «yo»y cuando está en el lugar del otro, habla de «vos».
Finalmente, un recurso muy usado en PNL es distribuir sobre el piso tres papeles en los que anotamos «Uno», «Otro» y «Observador», respectivamente, y vamos cambiando de lugar físico, pensando, sintiendo y hablando en cada uno de esos lugares, externalizando así cada posición. Como siempre, cuantas más experiencias tengamos, mayor flexibilidad adquiriremos.
Podemos incluir una cuarta Posición, desde donde observar estas interacciones. Esta posición es la del Director de Orquesta, que ve (y escucha) desde una tarima o, como dice W. Ury, desde el balcón. En este caso, nuestra perspectiva es más panorámica. En términos de PNL, usamos una doble disociación.
Este artículo está basado en la Enciclopedia de PNL de Dilts y en nuestras propias experiencias de Capacitación y Coaching