Un hombre es tan viejo como sus prejuicios y tan joven como sus ideas.




Creencias


El sistema de creencias delimita el tipo de fenómeno a observar y el tipo de soluciones que se da a los problemas que se presentan. Pero como siempre hay fenómenos inesperados y nuevos que no «calzan» en los presupuestos, esas creencias firmes, ciertas, comienzan a generar duda. La duda promueve la búsqueda de nuevas referencias que sostengan o expliquen lo que sucede.

Cuando las nuevas evidencias se vuelven consistentes se puede reformular la creencia. Este proceso es cíclico. Y es así como se van produciendo cambios en diferentes disciplinas Por extensión este es también el modo de reestructurar la percepción del mundo en general.



Las creencias en el liderazgo


Las creencias y los valores constituyen una de las influencias más importantes en el camino de la Realización y del Cambio. Creer en el futuro, creer en la posibilidad y la capacidad para cambiar y creer en el camino que uno toma son aspectos cruciales.

Las creencias y los valores conforman el marco que abarca todas nuestras interacciones: determinan el modo en que son interpretados los acontecimientos y las comunicaciones, así como el significado que nos aportan. Constituyen la raíz para la motivación, determinando qué estrategias y acciones serán adoptadas o rechazadas.

Los problemas suelen presentarse a raíz de que creemos que nuestras suposiciones son «verdades absolutas» y además, suponemos que los demás comparten nuestras presunciones que jamás hemos explicitado.

La capacidad de identificar las creencias, valores y motivos que llevan a una persona accionar en pos de un objetivo constituye una de las habilidades más importantes de un líder. Esto implica encontrar respuestas a preguntas como:

  • ¿Por qué queremos lograr esto?
  • ¿Por qué es posible lograrlo?
  • ¿Por qué es éste el camino adecuado?
  • ¿Por qué me siento capaz de llevarlo a cabo?

Según Aristóteles, responder a estas preguntas implica descubrir las CAUSAS que nos mueven o impiden mover.



Los conectivos


Son palabras o conjuntos de palabras que ligan una idea con otra. Por ejemplo: cuando decimos «Mi jefe me odia» expresamos una idea. Pero si decimos «Mi jefe me odia porque …»nos obliga a conectar esta idea con otra, a buscar la causa de dicha afirmación. Se podría completar diciendo «Mi jefe me odia porque no acepta mis propuestas»

Para auditar una creencia por medio de conectivos procedemos así:

  1. Identificamos una creencia, problema o resultado.
  2. Lo redactamos en forma específica y sintética.
  3. Le agregamos a esa frase, uno a uno, los conectivos.
  4. Completamos las frases usando el conectivo para cada persona involucrada (Salvo para el conectivo «Al igual que»)

Siguiendo con ejemplo, escribiríamos

Mi jefe me odia PORQUE yo…Mi jefe me odia PORQUE él…
Mi jefe me odia DESPUÉS que yo …Mi jefe me odia DESPUÉS que él …
Mi jefe me odia SIEMPRE que yo …Mi jefe me odia SIEMPRE que él …
Mi jefe me odia DE MODO que yo …Mi jefe me odia DE MODO que él …
Mi jefe me odia POR LO TANTO yo …Mi jefe me odia POR LO TANTO él …
Mi jefe me odia SI BIEN yo …Mi jefe me odia SI BIEN él …
Mi jefe me odia AL IGUAL que … 

Con esta información podemos descubrir causas que están influyendo y sosteniendo esta creencia.

Con la misma técnica abordamos una propuesta de cambiar. Por ejemplo, completamos la frase ¿Quiero descubrir nuevos modos de poner límites» redactado en forma positiva:

  • Soy capaz de poner límites adecuados, porque yo…
  • Soy capaz de poner límites adecuados, después que yo…
  • Soy capaz de poner límites adecuados, siempre que yo…
  • Soy capaz de poner límites adecuados, de modo que yo…
  • Soy capaz de poner límites adecuados, por lo tanto yo…
  • Soy capaz de poner límites adecuados, si bien yo…
  • Soy capaz de poner límites adecuados, al igual que…

Este artículo está basado en la Enciclopedia de PNL de Dilts y en nuestras propias experiencias de Capacitación y Coaching